12 de diciembre de 2008

Caracola

El otro día alguien cerca de mí dijo "caracola". Era la primera vez que oía esa palabra en mucho tiempo, me giré y dije: "caracola", qué palabra más bonita, ¿verdad?.
Los niños -- o al menos la niña dentro de ésta que escribe -- tienen fijación por las caracolas. No sé si son sus espirales, su forma, su función protectora o la música que siempre las acompaña... pero a los niños les gustan las caracolas.
Yo tenía una. Una que un día tiré, no recuerdo muy bien por qué... sólo sé que decidí deshacerme de la caracola. Sin embargo, me gustaba la caracola, ola, ola. No era un caracol, por dios, ¡qué cosa más horrenda! sino una señora caracola. Creo que en mi caso, no era por la espiral, ni por la función protectora, sino porque me la ponía en la oreja y escuchaba el sonido del mar... aunque estuviera en el cuarto piso de Vallobín y mi ventana diera a la montaña. Ella me hacía viajar a donde yo quería estar: mirando al mar.

También me recuerda a los Leo-Leo de Elena -- los que luego yo heredé --, porque a veces venían con la revista Caracola, que era para mí, ¡para mí! y con ella -- igual que con la caracola que me ponía en la oreja -- me podía pasar horas y horas. Quién sabe, quizá fue esta Caracola la que me enseñó a amar las letras y por eso me gusta tanto su nombre.

Hoy en clase alguien dijo "otoño". Me quedé mirando a la pizarra y les dije: "¡Qué palabra más bonita! ¿Sabéis otra palabra bonita?" y entonces escribí "caracola". Puede que nunca lautilicen, pero al menos recordarán que no sólo les enseñé "jamón" o "reloj", sino palabras con vida propia como "otoño" y "caracola".

7 comentarios:

Begoña dijo...

me has convencido, pienso pedirme una caracola para reyes...escuchar el mar estando a kilómetros de distancia puede ser el mejor regalo...

Espero que esto de las nuevas tecnologías te de la oportunidad de ver el duelo de hoy, siempre Hala Madrid!!!

obaobab dijo...

a mi tambiénme gusta mucho esa palabra y el sonido que tienen..... aunque prefiero la palabra "apetiguñar" y "taburete" (todavía lo escribí hace dos días).
Aunque por mucho que te acerques un taburete a la oreja......no suena ni pa´trás.

Besín.

Jorge dijo...

No puedes hacer mejor tu trabajo que enseñando palabras como esas. ya hay bastante gente enseñando idiomas. Tú enseña a expresar ilusiones en una lengua que les es extraña. Harás más por ellos que la mayoría de profesores en esa facultad.

Besote :)

Jorge dijo...

No siempre soy sarcástico ¬¬U

Anónimo dijo...

Jo, cómo me hubiese tener una profe así!!!
Vivan las caracolas en otoño ¿eh?
Te esperamos para llevarte a oir el mar de Poo
¿quién soy?

Anónimo dijo...

perdón, me ...hubiese gustado

Anónimo dijo...

vaya por dios, metí la pata.
Hice una inferencia imperdonable y le puse a Sara una caracola para Reyes (que por cierto me costó un huevo encontrar!). Se rió de mí lo que quiso y más y no lo entendió. Yo, tampoco :(
La devolveré y la cambiaré por unos naúticos para mí. Hala...
Charo