Muchas veces queremos volar y nos damos cuenta de que no podemos levantar nuestros pies del suelo. Es entonces cuando cerramos los ojos y volamos de una forma abstracta que nos permite aislarnos por unos segundos, minutos -a veces incluso horas- de todo lo que nos rodea...
Sin embargo, en muchos momentos, ni siquiera cerrando los ojos podemos separarnos de esta maldita realidad... Y es en ese momento cuando nuestros sueños nos parecen más lejanos, más ambiciosos, más imposibles de alcanzar. Y es en ese momento cuando recuerdo las palabras de Silvio... Y sonrío.
"No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño."
3 comentarios:
Cuestión de perspectiva, supongo. Yo me calcé las alas hace tiempo, y ahora el juego funciona al revés: de vez en cuando hay que bajar a tocar tierra, antes de volver a remontar el vuelo y sentarse en una nube.
"Que estoy bien aquí, en mi nube azul
todo es como yo lo he inventado..."
Besote
¡Aleluya! Por fin el blog que el mundo necesitaba: poesía melancólica posadolescente. Si te cambias el nick de Tiny Dancer a "aVeCeS AnGeL, aVeCeS DeMoNiO, pErO SiEmPrE Yo - La LoKa" subes al primer puesto en mis favoritos.
Maldades aparte, enhorabuena por el trasvase al weblog: el s.XXI es el de las letras.
GENIAL
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