25 de marzo de 2007

sueños

Muchas veces queremos volar y nos damos cuenta de que no podemos levantar nuestros pies del suelo. Es entonces cuando cerramos los ojos y volamos de una forma abstracta que nos permite aislarnos por unos segundos, minutos -a veces incluso horas- de todo lo que nos rodea...

Sin embargo, en muchos momentos, ni siquiera cerrando los ojos podemos separarnos de esta maldita realidad... Y es en ese momento cuando nuestros sueños nos parecen más lejanos, más ambiciosos, más imposibles de alcanzar. Y es en ese momento cuando recuerdo las palabras de Silvio... Y sonrío.

"No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño."

3 comentarios:

Jorge dijo...

Cuestión de perspectiva, supongo. Yo me calcé las alas hace tiempo, y ahora el juego funciona al revés: de vez en cuando hay que bajar a tocar tierra, antes de volver a remontar el vuelo y sentarse en una nube.

"Que estoy bien aquí, en mi nube azul
todo es como yo lo he inventado..."

Besote

Detective Librero dijo...

¡Aleluya! Por fin el blog que el mundo necesitaba: poesía melancólica posadolescente. Si te cambias el nick de Tiny Dancer a "aVeCeS AnGeL, aVeCeS DeMoNiO, pErO SiEmPrE Yo - La LoKa" subes al primer puesto en mis favoritos.

Maldades aparte, enhorabuena por el trasvase al weblog: el s.XXI es el de las letras.

Anónimo dijo...

GENIAL